Press "Enter" to skip to content

LA UNIÓN Y EL FÉNIX

Hoy estaba volviendo a casa como cualquier día después de la universidad, me bajo en la parada de metro de Xàtiva para dirigirme hacia la estación del norte. En ese momento me quedo pensando en el edificio situado justo enfrente de la estación y en su escultura en la cúspide junto a un rótulo que dice : propiedad de la unión y el fénix español. Me picó la curiosidad e investigue sobre que se trataba la unión y el fénix y sobre el uso originario de este edificio. Pero sobre todo me interesé en esa enigmática figura a lomos de un ave.

. Una compañía de seguros española, fruto de la fusión en 1879 entre «El Fénix Español» y «La Unión» estaba levantando su nueva sede en el solar más cotizado de Madrid, entre la Calle Alcalá y Caballero de Gracia, junto a una Gran Vía a punto de comenzar. Para asegurarse el monopolio del negocio, la empresa estaba desplegando una operación de propaganda que pasaba por asegurarse un capital inmobiliario en todas las capitales de provincia y, en sus siguientes expansiones, en las principales ciudades europeas; operación que derivaría en la propiedad de 86 inmuebles para 1944 Hasta entonces, «El Fénix Español» y luego, «La Unión y el Fénix» utilizaban, como tantas otras aseguradoras –sobre todo aquellas que habían comenzado su cartera de servicios con la protección contra incendios- el símbolo y la retórica mitológica del Fénix, como ave fantástica que renace de sus cenizas. La imaginación es corta y repetitiva, y así surgirían a finales del siglo XIX el Fénix francés, el Fénix austriaco, el Fénix inglés y el Fénix estadounidense.

Pero, si analizamos bien la escultura, llegamos a la conclusión de que el Fénix no es lo que está representado, sino el rapto de Ganimedes. Saint-Marceaux fue el artífice de dicha escultura, pero nadie sabia porque había representado esta escena.

La falta de explicación sobre la decisión artística derivó en la confusión posterior y la proliferación de significados. Al fin y al cabo, toda España, Europa y el norte de África se habían llenado de jóvenes cabalgando pájaros sin una motivación clara; una imagen que ocupaba el lugar de honor de los edificios de honor en los espacios de honor de las más honorables ciudades.

A día de hoy es pensado que Ganimedes puede al mismo tiempo simbolizar la «juventud» o el «progreso», y el pájaro puede ser simultáneamente un águila y un fénix. Entre la concreción y la indefinición, entre el simbolismo y la mitología, entre la coherencia y la imaginación

Anónimo. Escultura de La Unión y el Fénix en el taller. Hacia 1907. Aristotipo al colodión. Museo de Orsay

Historia de una evolución. Madrid: La Unión y el Fénix, 1971.